Abril Chiro Tarrab
Comisión 07 - Profesor Santiago Castellano
Consigna: realizar una escena de lectura.
Trabajo Individual
Pasillo de recuerdos
Recuerdo los veranos de mi infancia, en donde bailaba al son de la música, con una manguera en la mano y el sol en la cara. Bailar, cantar a todo pulmón, ser yo misma, mi esencia, libre, plena y pura.
De la misma manera me siento hoy cada vez que canto en mi casa, en la calle, en el bondi, o en cualquier lado. Hubo un momento, no recuerdo exactamente cuándo, en donde me di cuenta que mis energías, puestas en la música, se potenciaban, y desde ese momento, no permití que se me escapara jamás.
La música significó escape, un túnel directo a la luz en el medio de un cuarto oscuro.
La música significó disfrute, compartido mejor.
La música significó aprendizaje.
La música significó alegrías, y también dolor.
La música, en fin, me ayudó a encontrarme conmigo misma, y con otros mundos. No hay día en donde no haya estado presente, haciendo de cada momento algo único. Porque la música tiene un poder y un potencial transformador, en todos.
Cuando era chica y estaba en la primaria, tenía un enorme fanatismo por la serie Hannah Montana, recuerdo que al llegar del colegio, tomaba la leche chocolatada mirando mi programa favorito, y pasaba el resto de las horas haciendo shows para mi familia, para un público imaginario desde mi balcón, para mis muñecos y para mis amigas.
Cuando comencé la secundaria decidí, por fin, comenzar clases de comedia musical. Mi disfrute se fue intensificando a medida que compartía mi pasión con mis amigas y aprendía de mis profesores.
Hoy lo que más me apasiona es actuar, me doy cuenta así, haciendo un recorrido por el pasillo de mis recuerdos, que es algo que nunca me faltó, estuvo presente incluso antes de que supiera lo que significaba, nacía de mi, y espero que nunca deje de hacerlo.
La música y el teatro no fueron los únicos elementos artísticos que me constituyeron, la literatura sin dudas tuvo un rol muy importante, dándome la “materia prima” para mi creación de mundos imaginarios, personajes y sentimientos. Todavía guardo esos libros de tapa dura, amarilla, con hojas desgastadas e historias mágicas, titulados bajo el nombre Robin Hood. Los títulos fueron variando, pasando por thrillers, fantasías, biografías, historia, ampliando ese mundo imaginario, sumando metros a mis pasillos del recuerdo.
Hoy estudio comunicación, teatro y música, me acerco a la literatura a través de clases cómo está, comparto con mis compañeros gustos y recomendaciones sobre cine, teatro, música y libros. Me enriquezco de cada persona, lugar, libro, canción o película que veo. Mi objetivo entonces, es expandir los pasillos de mi memoria a metros interminables.
Adjunto foto del 2006 - yo de chica, junto con mi prima Cecilia, dando un show
para nuestra familia.
Comisión 07 - Profesor Santiago Castellano
Consigna: realizar una escena de lectura.
Trabajo Individual
Pasillo de recuerdos
Recuerdo los veranos de mi infancia, en donde bailaba al son de la música, con una manguera en la mano y el sol en la cara. Bailar, cantar a todo pulmón, ser yo misma, mi esencia, libre, plena y pura.
De la misma manera me siento hoy cada vez que canto en mi casa, en la calle, en el bondi, o en cualquier lado. Hubo un momento, no recuerdo exactamente cuándo, en donde me di cuenta que mis energías, puestas en la música, se potenciaban, y desde ese momento, no permití que se me escapara jamás.
La música significó escape, un túnel directo a la luz en el medio de un cuarto oscuro.
La música significó disfrute, compartido mejor.
La música significó aprendizaje.
La música significó alegrías, y también dolor.
La música, en fin, me ayudó a encontrarme conmigo misma, y con otros mundos. No hay día en donde no haya estado presente, haciendo de cada momento algo único. Porque la música tiene un poder y un potencial transformador, en todos.
Cuando era chica y estaba en la primaria, tenía un enorme fanatismo por la serie Hannah Montana, recuerdo que al llegar del colegio, tomaba la leche chocolatada mirando mi programa favorito, y pasaba el resto de las horas haciendo shows para mi familia, para un público imaginario desde mi balcón, para mis muñecos y para mis amigas.
Cuando comencé la secundaria decidí, por fin, comenzar clases de comedia musical. Mi disfrute se fue intensificando a medida que compartía mi pasión con mis amigas y aprendía de mis profesores.
Hoy lo que más me apasiona es actuar, me doy cuenta así, haciendo un recorrido por el pasillo de mis recuerdos, que es algo que nunca me faltó, estuvo presente incluso antes de que supiera lo que significaba, nacía de mi, y espero que nunca deje de hacerlo.
La música y el teatro no fueron los únicos elementos artísticos que me constituyeron, la literatura sin dudas tuvo un rol muy importante, dándome la “materia prima” para mi creación de mundos imaginarios, personajes y sentimientos. Todavía guardo esos libros de tapa dura, amarilla, con hojas desgastadas e historias mágicas, titulados bajo el nombre Robin Hood. Los títulos fueron variando, pasando por thrillers, fantasías, biografías, historia, ampliando ese mundo imaginario, sumando metros a mis pasillos del recuerdo.
Hoy estudio comunicación, teatro y música, me acerco a la literatura a través de clases cómo está, comparto con mis compañeros gustos y recomendaciones sobre cine, teatro, música y libros. Me enriquezco de cada persona, lugar, libro, canción o película que veo. Mi objetivo entonces, es expandir los pasillos de mi memoria a metros interminables.
Adjunto foto del 2006 - yo de chica, junto con mi prima Cecilia, dando un show
para nuestra familia.
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