Cuentos - Poissant

Abril Chiro Tarrab

Comisión 07 

Profesor: Santiago Castellano

Consigna: hagan una nota de lectura, en la que den cuenta de cuál es el "estilo" de cada uno, qué tópicos o temas aparecen, cómo desarrollan a los personajes y qué tipo de narradores construyen, así como los recursos que les parezcan más interesantes

POISSANT

"El cielo de los animales"

"El hombre Lagarto"

PADRES E HIJOS

Poissant relata, en “El cielo de los animales” y “El hombre Lagarto”,de forma muy sincera, la relación entre padres e hijos. Sin decoraciones ni fantasía, como son. No juzga a los personajes, no intenta ocultar ni realzar determinadas acciones, narra ambas historias desde la mente, y lo profundo del corazón, un poco resquebrajado, de ambos personajes; Dan y Cam. 

Quiero aclarar que, en estos cuentos, encuentro muchos tópicos y enfoques dignos de análisis, pero decidí centrarme en la relación parental, lo cual considero único y llamativo.

Para empezar, podríamos mencionar la semejanza lingüística entre estos nombres, creo yo, elegidos por Poissant para despertar, aún más, la idea de iguales que ata estas narraciones. 

Ambos relatos están conectados, siendo Dan, un padre alcohólico, el personaje principal. 

El orden en que ambos cuentos sean leídos, varía la interpretación y la creación de sus mundos, este detalle me parece magnífico. 

En mi caso, “El cielo de los animales” fue el primer cuento que leí, este presenta a un hombre afligido por la repentina noticia de su hijo al borde de la muerte. 

Entre ellos existe una relación distante, tensa, con un bache de diez años de por medio. 

A Dan, el padre de Jack, los años le han pasado por encima, no se ha percatado del tiempo transcurrido sin visitar a su hijo. A través de la narración, es posible comprender a este hombre atormentado por sus errores, que sin haber podido reconocerlos a tiempo, hoy se encuentra con un hijo falleciente en la otra punta del país. 

Por la mera idea de un padre ausente, alcohólico, que ha ido a la cárcel, y que ha abandonado y atormenatdo a su hijo por su orientación sexual, uno es tentado a juzgarlo de incompetente y nefasto. Pero Dan logra atrapar nuestros corazones, representa a un padre desesperado por aprovechar, su última oportunidad, de demostrarle a su hijo que lo ama.  Incluso aunque no lo logre. 

Cam, en “El hombre Lagarto” es un hombre que vive solo con su hijo, amigo de Dan, y hace poco se ha enterado de la muerte de su padre, un hombre, según Cam, violento y ausente por más de 20 años.

Dan acompaña a Cam en su camino a la primera y última visita de la casa de su padre, en un pueblo lejano. Al llegar, estos se enfrentan con un Caimán de gran tamaño que está encerrado en el patio trasero de la casa, estos deciden salvarlo, por más peligroso que resulte. 

Al lograrlo, ambos, inconscientemente, sanan la relación con su hijo y su padre, liberándolos del daño que por tantos años los había atormentado. 

Cam le confiesa a su amigo, que nunca ha recibido un perdón por parte de su padre, “Le habría perdonado incluso que me asesinara. Era mi padre. Le habría perdonado todo.” Estas palabras recaen con fuerza en la consciencia de Dan, quien sabe que nunca se ha vuelto a acercar a su hijo, ni le ha pedido disculpas luego del daño que le había provocado, luego de lanzarlo por la ventana al verlo con otro hombre.

Las palabras de Cam no eran ciertas, más tarde Dan se enteraría de ello, el padre de su amigo, “El hombre lagarto”, no era como Dan, él había estado intentando, frustradamente, comunicarse con su hijo a lo largo de los años. 

Dan reflexiona, “Y entonces sé que no existió ninguna llamada telefónica, que Cam nunca perdonó nada, que jamás volvió a acercarse hasta que el monstruo desapareció.”

Este último fragmento representa a estos dos amigos unidos por un daño parental, ninguno de ellos se ha atrevido a acercarse, hasta que el monstruo hubiera desaparecido.