Comisión 03
Profesor: Santiago Castellano
Consigna: Escribir una reseña sobre los relatos leídos de La arquitectura del océano
Trabajo individual
Sumergiéndonos en lo profundo de lo humano.
de “La arquitectura del océano” - Inés Garland
“Es como si tuviese la idea de que hay algo más verdadero y no está en la superficie" - Inés Garland
Ines Garland tenía 11 años cuando escribió su primer cuento, la literatura y los viajes la acompañaron durante toda su vida, pero no fue hasta sus 37 años cuando comenzó a dedicarse de lleno a sus escritos. Un pequeño empujón de su terapeuta la llevó a anotarse en un concurso de literatura, y fue entonces donde los reconocimientos aparecieron.
La autora de Una reina perfecta y Piedra, papel o tijera nos presenta La arquitectura del océano, una compilación de cuentos publicada en Buenos Aires por la editorial Alfaguara.
El título de este libro está cuidadosamente elegido, sintetizando lo que este presenta, situaciones tensas, volátiles, abrasadoras como las olas, impetuosas, ni más ni menos, que naturaleza, sumergiéndose en lo profundo de lo humano, intentando pescar aquello que se oculta.
Nos encontramos aquí siempre con situaciones cotidianas, ambientes familiares, lenguajes coloquiales, que nos introducen de lleno en las emociones de los personajes. Relatos en primera o tercera persona, en presente, pero siempre enfatizando el recorrido emocional y las relaciones interpersonales. Lo que hace de estos cuentos algo único, es su capacidad de expresar de manera sencilla, un contenido denso y reflexivo, que invita a la introspección, haciendo foco en la relación con el otro, la familia, el deseo, el amor y la niñez.
Ines confiesa en una entrevista con canal encuentro: “Cuando escribo se me aclara el deseo de muchas otras cosas, es totalmente sorprendente para mi.”
En Oscar, nos encontramos con una mirada desnuda de prejuicios, curiosa, observadora, es la mirada de una niña de trece años, que intenta comprender el mundo de los grandes. Conoce su primer amor, nota como su padre pone la atención en una muchacha que no es su esposa, y como su madre observa sin decir nada. En pocas palabras descubrimos un mundo de relaciones conflictivas desde la perspectiva de una niña que no logra comprender del todo. “Tiene que hacerse la invisible para que la dejen estar ahí. Sus hermanas hace rato que se fueron a dormir la siesta, pero los adultos han hecho una excepción con ella porque es más grande, porque sabe quedarse tranquila sentada en el piso de la galería”.
¿Cuántos de nosotros podemos identificarnos con esta situación? De seguro en algún momento hemos sido esa niña, que sentada en la galería observa sin decir palabra aquello que no comprende, al igual que como hoy nos sentamos frente al horizonte para reflexionar en silencio sobre aquello que nos duele, nos atormenta, nos frustra, y nos recuerda cuando eramos chicos y nos encontrábamos muy a menudo con esa situación, pero la encarabamos con astucia y perseverancia. .
El tema del desamor parece inquietar a Garland porque, de alguna u otra manera, es un tópico que siempre está presente en sus obras, intentando demostrar que el amor tiene mucho de real y poco de ideal. Nos encontramos allí con; una hija adolescente que percibe como su padre se enamora de su amiga mientras su madre parece mirar al otro lado; una mujer que quiere salirse de su esquema habitual y se mete en el campo con su familia para perder para siempre prejuicios, una madre que se ve reflejada en su hija y desea haber sido como ella.
Ines bucea en lo profundo de los sentimientos, sin juzgarlos y ni siquiera denominarlos, los experimenta de un modo en el cual nos hace partícipe, dice, "Me gusta entender las motivaciones de las personas y descubrir lo que hay detrás de lo que aparece, lo que decimos. Es como si tuviese la idea de que hay algo más verdadero y no está en la superficie"
Si bien hay masculinos en sus relatos, las mujeres son las más interpeladas, aquellas que atraviesan una suerte de marginalidad y dominación a la cual intentan revertir, en pos de sus deseos, son según describe Garland, "mujeres que tratan de ser libres pero tienen una tendencia al sometimiento muy grande".
Esta antología nos sumerge en lo profundo de los sentimientos más humanos, aquellos que probablemente hemos vivenciado, más oculto por temor. Nos permite descubrirnos a nosotros mismos a la par que descubrimos a los personajes, mediante una narración tan cercana que para ser una vivencia del pasado, nos dejan en la enormidad, con finales abiertos que invitan a ser completados por nuestra imaginación, que invitan a sumergirnos en la arquitectura del océano.